UC - Críticas
| País: España. Año: 2011. Duración: 128 min. Género: Drama. Dirección: Benito Zambrano. Guion: Ignacio del Moral y Benito Zambrano; basado en la novela homónima de Dulce Chacón. Producción: Antonio Pérez. Música: Magda Rosa Galván y Juan Antonio Leyva. Fotografía: Alex Catalán. Montaje: Fernando Pardo. Dirección artística: Javier Fernández. Vestuario: María José Iglesias García. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en España: 21 Octubre 2011. |
Interpretación: Inma Cuesta (Hortensia), María León (Pepita), Marc Clotet (Paulino), Daniel Holguín (Felipe), Ana Wagener (Mercedes), Susi Sánchez (Sor Serafines), Berta Ojea (La Zapatones), Lola Casamayor (Reme), Ángela Cremonte (Elvira), Antonio Dechent (juez). |
DESPERTANDO CONCIENCIAS
"La Voz Dormida" es la esperada nueva película de Benito Zambrano, cuya ópera prima "Solas" le llevó a ser considerado uno de los directores más prometedores, aunque luego su carrera se difuminó. Aquí vuelve con fuerza, con otro drama de personajes (especialmente femeninos) adaptando la conocida novela de Dulce Chacón, ideal para llevar al extremo los aciertos y defectos de su cine, a menudo cercano al melodrama.
Pepita, una joven cordobesa de origen rural, va a Madrid en la posguerra para estar cerca de su hermana Hortensia que está embarazada y en prisión. Pepita conoce a Paulino, un valenciano de familia burguesa, que lucha junto a su cuñado Felipe en la sierra de Madrid. A pesar de la dificultad de su relación, se enamoran apasionadamente. Hortensia es juzgada y condenada a muerte. La ejecución no se llevará a cabo hasta que después del parto. Pepita intenta por todos los medios y en todas las instancias que condonen la ejecución. Va todos los días a la prisión con el objetivo de que le entreguen el futuro hijo de Hortensia, suplicando que no lo den en adopción o lo internen en un orfanato…
"La Voz Dormida", pues, es una nueva incursión de nuestro cine en el manido (cinematográficamente hablando) episodio histórico de la Guerra Civil española. En esta ocasión, Zambrano se vuelve complaciente con el público, al que tal vez busca desesperadamente a través de la cautivadora mirada de su simpático e ingenuo personaje principal, una María León en estado de gracia, que despierta a la realidad de forma cruel. El resultado es bastante más convincente de lo esperado, aunque León se come al resto del reparto y a la propia película, ya que su mayor problema es que es una historia que ya hemos visto con anterioridad cientos de veces.
Aún así, Zambrano mantiene el pulso narrativo de su historia y nos conduce con interés por el camino trazado que como suele ocurrir en hechos históricos tan dolorosos suelen explicarse de forma sesgada desde el punto de vista de su autor, incluso cediendo a la tentación de añadir escenas escabrosas inexistentes en la novela para potenciar ese mensaje. De ese modo, veremos a los personajes afines al Régimen excesivamente caricaturizados con un halo de maldad que resulta algo impostado, pero sin llegar a caer en la manipulación sentimentaloide de otras ocasiones. Finalmente, la película se convierte en un drama sólido sobre la madurez y la lucha por la libertad, donde además de una incomensurable María León, destaca la presencia en una breve y brillante escena de Ana Wagener.
